Así puede volver a sentir un amputado
La innovación científica no para de deparar avances notables que mejora la calidad de vida de los seres humanos. Con ese propósito, varios reputados expertos de la Universidad Case Western Reserve y el Centro Médico Louis Stokes Cleveland Veterans Affairs diseñaron un nuevo sistema protésico para ayudar en el día a día a pacientes amputados.
Esta prótesis permite a los pacientes que han perdido un miembro experimentar sensaciones similares a las que tendrían si aún lo conservasen
¿Cómo lo hace? Esta prótesis permite a los pacientes que han perdido un miembro experimentar sensaciones similares a las que tendrían si aún lo conservasen. Lo cierto es que, según recoge la revista Science Translational Medicine, aunque en realidad el afectado no puede “sentir” de verdad con su mano artificial. Pero sí que experimenta una nueva experiencia: un programa informático traduce ese roce en señales eléctricas que luego envía a la partes no dañada de su miembro y a su cerebro.
El proceso para que esto tenga lugar consiste en implantar electrodos en los músculos que aún conserva. Sus desarrolladores destacan que este avance hace que los usuarios de determinadas prótesis las puedan manejar más fácilmente. Así, una persona a la que le falte una mano, por ejemplo, se le erizaría el pelo del brazo cuando “tocase” con sus dedos biónicos alguna superficie concreta.
Su objetivo no solo es restaurar la funcionalidad perdida del paciente, sino reconectarle con el mundo
El ingeniero biomecánico Dustin Tyler, ha dirigido la investigación, y es claro al respecto de las cualidades y consecuencias de este invento, hasta el punto de que apunta que su objetivo no solo es restaurar la funcionalidad perdida del paciente, sino reconectarle con el mundo. “Nuestro trabajo sirve para reactivar áreas del cerebro relacionadas con la sensación del tacto que desaparecen cuando se pierde un miembro”. Tyler concluye asegurando que "nuestra mayor contribución es ir más allá del laboratorio y permitir al paciente afrontar los desafíos de la vida real".
Fuente: ideal.es