LA IMPORTANCIA DE LOS EQUIPOS MULTIDISCIPLINARES EN LA ATENCIÓN DEL PACIENTE AMPUTADO
La necesidad de poner en marcha los Equipos Multidisciplinares en cuanto a la valoración, tratamiento y seguimiento del paciente amputado, parece que últimamente es de candente actualidad, lo cual celebro, porque se hará por fin realidad mi gran deseo desde el año 2006. Fue precisamente en el año 2008 cuando la recién fundada ANDADE organizó una jornada científica sobre este tema en la Facultad de Medicina de Valladolid (http://www.infocoponline.es/pdf/050508ANDADE.pdf ).
Hasta esa fecha, ninguna institución ni servicio de rehabilitación alguno, y si estoy equivocado agradezco que se me informe del evento realizado, se había dado cuenta de esta carencia tan crucial que afectaba de forma directa a la calidad de vida del colectivo de personas amputadas.
Tampoco hasta el año 2009 se había hecho en España un estudio de Valoración del Daño Corporal en amputados de miembros inferiores sobre el análisis de la marcha, postura, sobrecarga articular, etc. O sobre el Síndrome del Dolor Fantasma, y tuvo que ser ANDADE precisamente el organizador de ambos estudios (http://www.mapfre.com/fundacion/html/revistas/trauma/v21n3/pdf/02_08.pdf y http://www.mapfre.com/fundacion/html/revistas/trauma/v23n3/docs/Articulo8.pdf respectivamente).
Así, ANDADE, desde su creación, viene proponiendo estudios de valoración de pacientes amputados jornadas científicas (las últimas, realizadas en distintas comunidades, han tratado sobre las amputaciones a consecuencia de accidentes de tráfico) y mejoras que subsanen los errores que se cometen cada día en la atención, tratamiento y seguimiento de las personas amputadas en España. Nadie mejor que los amputados sabemos cuáles son nuestras dolencias y las carencias que sufrimos en cuanto a la correcta protetización, bien por la falta de profesionalidad de algunos técnicos ortopedas, o por los precios desorbitados de las prótesis, ausencia de los equipos multidisciplinares, etc.
Nuestras jornadas se proponen siempre a varios hospitales, pero desafortunadamente no a todos les interesa la realización de las mismas, pues siempre se pone en evidencia la urgente necesidad de la coordinación de los distintos profesionales que intervienen en la atención de los amputados en todos los hospitales.
Como decía al principio, me alegro que por fin haya calado en algunos sectores la necesidad de creación de equipos multidisciplinares en los hospitales, pero quiero señalar que esta reclamación no es nueva, y que nadie se atribuya su autoría, porque ANDADE lleva reclamando esto mucho tiempo. Es necesario que todos trabajemos en conjunto por el bien de nuestro colectivo, pero me veo en la necesidad de reclamar nuestra posición, y las necesidades y soluciones que sólo nosotros en su día propusimos y por las que hemos luchado estos años.
Leo con estupor en revistas y otras publicaciones relacionadas con el sector de la Ortopedia comentarios como que “los ortopedas ya hace tiempo que dejaron de esperar que el paciente llegara a la ortopedia y en la actualidad son más cercanos a los hospitales, clínicas y consultas donde se desarrolla más el trabajo en equipo …”, y me pregunto: ¿realmente en esas consultas se desarrolla el trabajo en equipo? Pues bien, estoy seguro de que no es así, y aprovecho para exponer el por qué y la importancia de la figura del amputado veterano, del que no se habla en estos escritos y que es clave en todo el proceso:
1.- Si de verdad nuestro objetivo es ayudar a la persona amputada, es fundamental la presencia y conversación de un voluntario amputado con el que el paciente pueda empatizar (ya que los dos han pasado por la misma situación), intercambiar inquietudes, pensamientos negativos y dudas. ANDADE, a través de nuestros delegados en las distintas comunidades autónomas, se ocupa y preocupa de forma desinteresada del bienestar del paciente amputado. El cometido del ortopeda es otro bien distinto, por eso el respetar el orden de actuación es primordial y su omisión puede traer unas consecuencias muy graves. A veces me planteo si es que esto no se sabe o es que no se quiere saber. El tema es serio y precisa de una reflexión y puesta en común urgente de las partes implicadas.
2.- No se debe permitir que muchos de los amputados que los han sido por cualquier causa: patologías varias, accidentes de tráfico, laborales, etc. hayan sido dados de alta sin haber recibido la visita, el aliento de ánimo, comprensión e información en cuanto a su devenir como amputados, es decir, con lo que se van a encontrar una vez instalado en su casa, los consejos, trucos, formas diversas de actuar o ayuda psicológica si la precisan (teniendo en cuenta que en la mayoría de los casos, no se brinda esta ayuda por parte del Sistema Nacional de Salud). De hecho, el 98% de nuestros asociados y simpatizantes no la ha tenido durante su estancia hospitalaria. Hay que abordar primero la parte emocional del paciente (visita de otro amputado y del psicólogo, si se necesitara) antes que la parte técnica (ortopeda, por ejemplo).
3.- Cuando estos amputados o sus familias se ponen al habla con ANDADE están perdidos, porque no han tenido la más mínima información, y es entonces cuando se pone en marcha la visita del amputado veterano (delegado de zona o quien él designe) y el Psicólogo si fuera necesario (ANDADE está poniendo en marcha un equipo de psicólogos distribuidos por Comunidades Autónomas). Nos encontramos cada día con personas amputadas que se ponen en contacto con nosotros no porque se les haya avisado de nuestra existencia, sino porque ellos o algún familiar próximo ha buscado y preguntado qué asociación seria y competente existe para las personas amputadas.
4.- En la formación de equipos multidisciplinares es necesario un protocolo a seguir, que incluye el orden natural de actuación de los profesionales tras una amputación: Traumatólogo o Cirujano Vascular, Médico de la Unidad del Dolor, Enfermera de planta, Voluntario de ANDADE, Psicólogo, Médico Rehabilitador, Fisioterapeuta, Ortopeda…
5.- Un problema añadido es además, la imposición que se hace por parte de los Servicios de Rehabilitación de algunos hospitales de utilizar tal o cual ortopedia. Esto es totalmente inadmisible porque el paciente amputado ha de tener total y absoluta libertad para elegir la ortopedia en la que le harán su prótesis. Es un absoluto intrusismo que los ortopedas acudan a las plantas a “vender” sus productos a las personas amputadas que se encuentran ingresadas, y esto viene ocurriendo con asiduidad. Así nos lo hacen ver amputados de distintas comunidades. La visita de un ortopeda serio, profesional y honrado sin embargo sí estaría justificada cuando es llamado por el médico traumatólogo o rehabilitador para consultarle sobre aspectos relacionados con el miembro residual, colgajos, invaginaciones, escaras, deformaciones, medidas, etc. y su solución ideal para, posteriormente, protetizar a este amputado.
También leo que “para alcanzar la excelencia debe de haber un consenso, coordinación, etc.” Y en esto ANDADE está de acuerdo, pero para llegar a dar un servicio ideal de calidad, atención, tratamiento y seguimiento sobre estos pacientes, todos los componentes de estos equipos deben de tener una cualificación adecuada y demostrada; también el técnico ortopeda. Ellos están tratando a diario con estructuras anatómicas y tienen que saber, por ejemplo, qué grupos musculares, tendones, ligamentos, venas o arterias conforman el miembro residual sobre el que tienen que colocar la prótesis. Sus conocimientos también tienen que abordar las técnicas quirúrgicas que se emplean en una amputación, cómo afectan al paciente enfermedades como osteomielitis u osteosarcoma, diabetes, etc.
El trabajo del ortopeda, además de para procurar una correcta deambulación del paciente (estudios de la marcha o biomecánica de los que carecen) es clave evitar la aparición de dolores de espalda y cadera crónicos o deformaciones como la escoliosis (tal y como se puso de manifiesto en los resultados de nuestro estudio de daño corporal de 2009).
¿Quieren de verdad los técnicos ortopedas españoles que se establezcan un sistema de enseñanza reglada un grado universitario donde se cursen todas las asignaturas específicas para su necesaria formación? Yo tengo mis dudas… ¿No tendrían que ser ellos precisamente los más interesados en que su formación sea lo más completa posible y se reciclen de forma continuada, al igual que lo hacen otros profesionales?
Esto sí sería buscar la excelencia, pero sinceramente no creo que esto interese, porque algunos de los ortopedas en los que confiamos nuestra salud y nuestro dinero, tendrían que dedicarse a otra cosa. Mantener a estos profesionales en el gremio es un corporativismo mal entendido, porque no sólo perjudican a las personas amputadas, sino a los buenos profesionales de la ortopedia, haciendo creer a los pacientes que ningún ortopeda está preparado, que no son profesionales en los que podamos confiar y que todos quieren ganar dinero a costa de abusar de los pacientes. Sé que cualquier generalización acarrea injusticia, y también sé que hay muchos profesionales de la ortopedia honrados y rectos, pero nuestro deber es denunciar la mala praxis de algunos de sus compañeros.
ANDADE es más que una Asociación , es un altavoz para que se escuche a las personas amputadas, que pone de manifiesto las carencias de su colectivo y promueve, además, proyectos e ideas para que los pacientes amputados puedan suplir la carencia de sus miembros con prótesis buenas, modernas y perfectamente adaptadas. Y además lo hacemos de corazón.
El estudio, la preparación, cualificación, investigación, evaluación constante, honestidad y entusiasmo por hacer bien las cosas y estar satisfecho con el trabajo realizado, es lo que lleva a un hombre a realizarse interiormente, porque la dignidad como persona, la viene implícita.
Carlos Ventosa Lacunza.
Diplomado Universitario en Enfermería y Presidente de ANDADE.
“No sabe el que más cosa sabe, sino el que sabe las que más importan” (Bernardino Robolledo)