"La radiofrecuencia pulsada en muñones permite retirar toda la medicación"

Jaime Fandiño es coordinador de Anestesia y Unidad del Dolor del Hospital Fremap de Vigo. Un especialista que, en colaboración con el Servicio de Traumatología del citado centro, ha realizado recientemente un tratamiento pionero por radiofrecuencia para neuromas en muñones de amputación.

Se trata de un paciente que había sufrido una amputación del dedo índice. Tras dos intervenciones posteriores, teniendo en todas ellas un dolor intenso persistente, se decide una tercera remodelación del muñón amputado consistente en un limado de hueso combinado con radiofrecuencia pulsada de los neuromas. Tras dicha intervención, el postoperatorio inmediato una vez revertida la anestesia cursó sin dolor, algo que se mantiene en el tiempo. De ello y de otros casos y posibilidades que abre esta técnica innovadora habla Fandiño en esta entrevista con Redacción Médica.

En el caso descrito, el paciente requirió tres intervenciones hasta que, con la aplicación de radiofrecuencia para neuromas en muñones de amputación, se logró eliminar el dolor. ¿Puede ahorrar intervenciones esta técnica en pacientes amputados?

Nuestra experiencia es muy positiva, fruto del trabajo en equipo con el Servicio de Traumatología del Hospital Fremap de Vigo, aunque la casuística es todavía escasa para poder hacer esta afirmación.

Los neuromas post-amputación son una entidad muy frecuente y que tiene una gran repercusión a nivel laboral, ocasionando incapacidades laborales y atrasando el alta del paciente. El poder realizar esta técnica en el mismo procedimiento que la remodelación del muñón amputado nos permite hacerlo bajo visualización directa, teniendo un control absoluto de la punta de la aguja. En cambio, no realizamos una estimulación sensitiva o motora del nervio, puesto que el paciente está anestesiado.

¿Puede describir cómo funciona exactamente para lograr resultados tan positivos?

Los dolores de origen neuropático, como es este caso, son dolores muy difíciles de tratar. Al añadir la radiofrecuencia combinada con medios farmacológicos a la propia indicación quirúrgica utilizamos de forma sinérgica todos los medios disponibles a nuestro alcance, consiguiendo un efecto mayor y más prolongado en el tiempo. El tipo de radiofrecuencia que estamos aplicando es la pulsada, en la que se consigue una “neuromodulación” del nervio. Se podría hacer radiofrecuencia térmica, pero ello podría ser desencadenante de un nuevo neuroma que cause otra vez dolor.

¿Cuánto tiempo lleva ya ese paciente sin dolor?

El caso en cuestión lleva casi tres meses desde la cirugía sin ningún dolor a nivel del muñón amputado, permitiendo retirar toda la medicación que tomaba anteriormente. Posteriormente, hemos aplicado la misma técnica a otros seis pacientes con resultados siempre satisfactorios: resolución completa en tres pacientes y mejoría del 70 % en los otros tres, por lo que el resultado global es claramente positivo. Es una técnica fácil y con pocas complicaciones.

¿En qué casos de pacientes amputados se puede aplicar?

Nuestra experiencia, y así los estamos haciendo, es en aquellas reintervenciones de remodelación de muñón amputado. Se trata de pacientes que ya se han operado en un primer tiempo y mantienen dolor en el muñón.

En casos de amputación donde esté previsto aplicar esta técnica, ¿existen diferencias en el trabajo del cirujano de cara a practicar la amputación o son procesos independientes?

Todavía no lo hemos realizado en un primer tiempo de cirugía de amputación, pero el hecho de tener estos resultados tan positivos en las reintervenciones podría llevarnos a realizarlos conjuntamente en un primer tiempo si la casuística es favorable. Como hemos dicho, todavía son pocos casos para poder recomendarlo.

¿Qué formación exige esta técnica para el profesional sanitario? 

La formación requerida es un conocimiento anatómico y quirúrgico para identificar bien las estructuras nerviosas, y unos conocimientos básicos del equipo de radiofrecuencia para poder realizar correctamente el tratamiento.

Fuente: Redacción Médica